ÉL ELIGIÓ ASESINAR Y TÚ ELEGISTE CASTIGAR. Una bruja cortejada por demonios. Una policía que rompe las reglas para conseguir que se cumpla la ley. Una mujer acosada por Asuntos Internos, los cazadores de brujas de los Aira, las fuerzas del infierno y las hermanas de su propio aquelarre. A Rowan Black le está sucediendo todo esto y mucho más. Como, por ejemplo, que se ha visto obligada a cambiar de compañero recientemente y que un asesinato sin resolver la atormenta. Por si fuera poco, ha empezado a rodearla el tufillo de la sospecha de que algo ha tenido que ver con dicho asesinato. Incluso Alexandra Grey, una de las brujas de su aquelarre, su mejor amiga durante varias vidas, ve que Rowan se está rompiendo en pedazos. Por si fuera poco, la técnica que utiliza habitualmente Rowan para dejar a un lado los problemas —ahogarlos en alcohol y en sexo— no está surtiendo efecto; quizá porque una caterva de demonios manipuladores le ha clavado sus garras y se las hunde más y más a cada día que pasa Ahora bien, estos demonios no amenazan con hacerle daño a ella, sino a la gente que más quiere. ¿Que qué pretenden? Pues, paradójicamente, que Rowan Black disfrute de su poder y haga cuanto le plazca.