Una misteriosa figura extiende un abanico de naipes. Son cincuenta y dos cartas negras. En ellas, representados, todos los terrores que alberga el corazón humano. Cuchillos, espejos, relojes, ratas y gusanos. Un infame surtido de crímenes firmado por el prestidigitador del terror, el extravagante Hideshi Hino. Recordaréis estas historias cuando estéis en el infierno! Hideshi Hino nació en Manchuria en 1946, pero pronto se trasladó a Tokio con su madre, donde el clima de posguerra marcaría profundamente su niñez y decidiría su obra futura. Hino también recuerda haberse sentido muy afectado en su juventud por Seppuku, la fascinante película de Masaki Kobayashi en torno al bushido y la práctica del harakiri, tanto que empezó a pensar seriamente en dedicarse a la dirección cinematográfica. En los años 80 del pasado siglo llegó a dirigir dos entregas de la serie de culto ultragore Guinea Pig (una de las cuales supuso un escándalo internacional al ser confundida con una auténtica snuff movie), pero como narrador se estrenó en el lenguaje del manga a finales de los 60, alentado por la admiración que sus compañeros de escuela profesaban por sus dibujos. Hoy, con títulos tan imprescindibles en su bibliografía como La serpiente roja, El niño gusano, Circo de monstruos, Criatura maldita, Panorama infernal, La enfermedad de Zoroku, Onimbo, El hijo del diablo, Noches de Zipango, Galería de horrores o Historias de la máscara confiesa haber matado a su padre al manos hasta tres veces en sus historietas y nadie duda en considerarlo el autor vivo más insólito e infl uyente del cómic de terror.