En vísperas de su jubilación, Jim Sargent, un detective de la vieja escuela, descubre por casualidad la pista de un caso de asesinato que ha tratado de resolver durante décadas. Así que ahora Sargent debe elegir entre arrastrar consigo a su hijo, Michael, con quien mantiene una complicada relación, o arriesgarse a perder el caso para siempre. ¿Podrá este dúo disfuncional superar sus problemas y unir fuerzas para atrapar a un asesino? Después del éxito de Soy una matagigantes, Joe Kelly y Ken Niimura vuelven a unir sus talentos creativos para firmar esta contundente obra, una road movie tan trepidante como emotiva, y con el racismo sistémico de Estados Unidos como telón de fondo. Ken Niimura destaca que esta historia tiene mucho en común con Soy una matagigantes, al estar ambientada en el Long Island del presente y centrarse en una familia. En palabras de Niimura: “Creo que todos los personajes increíbles y excéntricos por los que Joe es tan conocido, desde Masacre a la Barbara de Soy una matagigantes, tienen una raíz común: su propio padre”.