Ahora que Suzie y Jon no están solos en su cruzada contra la Policía del Sexo parece un buen momento para hacer planes juntos. Pero comportarse como una pareja normal cuando detienes el tiempo cada vez que alcanzas un orgasmo y cuentas con un pasado como ladrón de bancos no es tan sencillo. En este cuarto volumen de Sex Criminals, Matt Fraction profundiza en las inseguridades de Jon, que chocan frontalmente con las aspiraciones laborales de Suzie. Mientras la relación de los protagonistas se mueve en las farragosas arenas de la normalidad y la sombra de la incertidumbre se cierne sobre ellos, la doctora Kincaid se ve obligada a enfrentarse a su pasado. Y aunque conoceremos a un nuevo personaje con la capacidad de parar el tiempo, si hay alguien que destaca por encima de todos en esta nueva entrega es Myrtle Spurge, también conocida como Carakegel, cabecilla de la Policía del Sexo. Por fin sabremos qué le impulsa a comportarse así, cuál es su modus operandi y, sobre todo, nos plantaremos ante el dilema de si es ella la verdadera villana o no.